La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (mormones) es ampliamente conocida por los servicios humanitarios que proporciona en todo el mundo. En el 2016 durante una conferencia dada en la Universidad de Oxford, el élder Dallin H. Oaks, miembro del Quórum de los Doce Apóstoles, dijo que la Iglesia gasta alrededor de 40 millones de dólares en proyectos humanitarios, en todo el mundo, cada año. Ha estado haciendo eso durante los últimos 30 años. Además, los voluntarios de la Iglesia dedican millones de horas de trabajo cada año para ayudar en dichos proyectos.
Según la cifra proporcionada por el Elder Oaks, la Iglesia SUD ha gastado, hasta mediados del 2016, 1.200 millones de dólares en ayuda humanitaria y asistencia social.
“A través de una teología de obediencia y sacrificio y un fuerte compromiso con el diezmo y el servicio, los Santos de los Últimos Días son ciudadanos modelo” dijo el Profesor Ram Cnaan.
El Élder Oaks dijo además que en 2015, la Iglesia respondió a 177 situaciones de emergencia en 56 países. También se iniciaron un gran número de proyectos que incluían la provisión de agua potable, cuidados de la vista y vacunación, lo cual impactó a más de un millón de personas. La Iglesia ofrece estos servicios sin tener en cuenta la afiliación religiosa de la persona. Los esfuerzos humanitarios están separados del trabajo misional de la Iglesia a nivel mundial.
Los miembros de la Iglesia SUD donan su tiempo sin ninguna expectativa de recompensa, publicidad o alabanza, enfatiza la Iglesia. Como discípulos de Jesucristo, están siguiendo lo que Jesús les pidió que hicieran, alimentar a los hambrientos, vestir a los desnudos, etcétera.
De acuerdo con la Iglesia, una buena parte de los costos administrativos y gastos generales asociados con los diversos programas humanitarios son absorbidos por la propia Iglesia.
En 2015, fue el élder Jeffrey R. Holland, otro miembro del Quórum de los Doce Apóstoles de la Iglesia SUD quien compartió con el mundo los esfuerzos humanitarios de la Iglesia. Lo hizo mientras se dirigía a una reunión en las Casas del Parlamento ubicadas en el Palacio de Westminster. Señaló los 132 desastres a los que la Iglesia respondió durante el 2014, incluido el brote de ébola en África Occidental, un tifón importante en Filipinas y la crisis de refugiados de Irak y Siria.
Los esfuerzos humanitarios y de bienestar de la Iglesia están coordinados por el departamento de la Iglesia conocido como LDS Philanthropies, bajo la dirección del Obispo Presidente. Según la Iglesia, el éxito de los programas de asistencia social podría ser atribuido principalmente a los esfuerzos individuales de los propios miembros SUD y sus vecinos. Ellos proporcionan voluntariamente su tiempo y apoyo y dan dinero para ayudar a los necesitados.
Según un estudio realizado por la Escuela de Política y Prácticas Sociales de la Universidad de Pensilvania, los Santos de los Últimos Días donan y se ofrecen como voluntarios de una manera significativamente mayor que el promedio nacional en los Estados Unidos.
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